Dos camiones, un tractor, más de 15 hectáreas quemadas, un campo tomado, más constantes amenazas, son algunos de los sufrimientos que ha padecido Jorge Díaz y su familia desde el año 2010, en la comuna de Los Sauces en La Araucanía. Sin embargo, gracias a sus ahorros y esfuerzo, logró trasladarse a otra comuna y empezar de nuevo. Fue ahí cuando decidió postular al fondo Sercotec para beneficiarios Víctimas de la Violencia Rural, donde obtuvo 40 millones de pesos. A través de Codesser recibió apoyo y orientación para reinventar su negocio.

“Yo pensé que nunca iba a recibir ningún beneficio, porque la gente que postula es mucha en Chile, y no son tanto los beneficiados. Debo reconocer que Codesser se portó muy bien conmigo, me ayudaron, me orientaron y al final obtuve los frutos”. Cuenta Jorge Díaz, quien desde el año 2010 enfrentó diversos actos de violencia rural en su predio en la comuna Los Sauces, en la región de La Araucanía.

No ha sido el único afectado por la violencia en la Araucanía. Durante el año 2020, de acuerdo a un balance realizado por la Asociación de Contratistas Forestales (Acoforag), se registraron 40 atentados contra maquinaria, donde resultaron quemados 139 equipos forestales. Este año 2021 los hechos de violencia suman más de 800, un 94%  más que el 2020. Ante esta situación, el Programa para Víctimas de la Violencia ha sido un apoyo real y concreto en la zona.

Jorge decidió postular al Programa de Víctimas de la Violencia Rural, el cual consideró la pérdida de 15 hectáreas de eucaliptus, de 9 años, debido a un incendio intencional. Este acto de violencia rural sumado a los eventos de amedrentamiento y a los continuos ataques incendiarios ocurridos a vecinos del sector, tuvieron como consecuencia que Jorge decida abandonar su actividad agrícola y sacar a sus padres del peligro permanente trasladándose a vivir a otra comuna.

El subsidio que entregó el programa consistió en un monto de $40.000.000, los cuales fueron destinados a la adquisición de un camión y un tractor, con lo cual Jorge ha podido reactivar su actividad económica fuera del predio siniestrado.  Actualmente, gracias a las inversiones realizadas en el marco del Programa VVR, Jorge desarrolla la actividad de transportista en la comuna de Renaico y sus alrededores, además de la prestación de servicios agrícolas.

Sobre el trabajo con Codesser responde: “Todo muy bien. Siempre con mucho respecto. Me dieron orientación, después apoyo con ideas para ver qué podía comparar”. Aunque han sido años difíciles, Jorge agradece el apoyo, y esta gran ayuda económica. “Quiero seguir creciendo, tengo otras aspiraciones, una fumigadora, el bono fertilizador”, concluye Jorge.