Claudia Monsalve tiene una larga experiencia en gestión de residuos, trabajó en Fundación Chile, como asesora externa para la oficina de Codesser Arica y desde hace un mes que es la Gerente del Consorcio del Desierto.
También es consultora de diferentes empresas a lo largo del país, pero todo lo que hace tiene un factor común: el manejo de residuos orgánico e inorgánicos.
Claudia Monsalve lleva más de 30 años dedicada al manejo de residuos orgánicos e inorgánicos, realizando diferentes proyectos en el norte de Chile. El año 2010 ingresó a Codesser como asesora externa, y desde esa fecha que trabaja por realizar mejoras en la región.
“En el norte hay mucho por hacer en ciertos temas, también hay mucho que ofrecer, así como también estamos al debe con otras cosas”, cuenta Claudia Monsalve.
Es la funcionaria más antigua de la oficina de Arica, y está muy contenta de estar trabajando en ella. “Fui convocada para un proyecto cuando se abrió la oficina de Arica, fuimos el primer proyecto innova Corfo”, recuerda. Un poco antes de esto, junto a la Universidad de Tarapacá desarrolló “Putre Sustentable”, proyecto que explica fue la tribuna para que Codesser la contactara.
Siempre había escuchado de la empresa, pero la asociaba más a una ayuda ligada a colegios, no tenía mucho conocimiento de todos los ámbitos que abarcaban. Pero ya estando dentro, se dio cuenta del gran aporte que son para todas las regiones en las cuales está presente.
“Para mí, Codesser es una entidad seria y comprometida con el desarrollo regional y del país. Abierta a modelos de gestión nuevos, a temas nuevos, ha sido una bonita experiencia”, dice Claudia.
Ella es ingeniera química, especializada en manejo de residuos peligrosos, y afirma que está muy contenta de poder desarrollarse y trabajar en lo que se ha preparado. “Es un gran sueño poder hacer lo que te gusta”.
Hace un mes y medio que Claudia participa como Gerente del Proyecto Consorcio del Desierto, muy entusiasmada de formar parte de él. “Se observa mucho potencial, podemos generar tremendas ofertas tecnológicas. Tenemos que sacar el mayor brillo a la oferta y ofrecer el mejor paquete de soluciones para los agricultores”, cuenta.
Está muy agradecida de la confianza que han depositado en ella, ya que cada vez que ha presentado un proyecto, la han apoyado y lo ha llevado a cabo. Agrega que, si no fuera por el apoyo incondicional de su familia, no podría hacer nada de esto. Su marido e hijos viven en Santiago y Claudia viaja una semana al mes, en ocasiones un poco más. “Ellos están acostumbrados, les gusta que les cuente lo que hago, siempre me han apoyado”, expresa.
Hasta el día de hoy siente que gracias a su trabajo se han logrado muchas cosas en la región y esto se ve en cómo los habitantes participan de las actividades a las cuales son convocados. Recuerda una oportunidad en que hicieron una convocatoria para que agricultores indígenas llevaran a Alto de Azapa los residuos separados de la forma que les habían enseñado, para lo que pidieron prestados tres camiones a la Municipalidad. “El boca a boca fue tan grande que llegó casi todo el Valle de Azapa, rápidamente tuvimos que pedirle al alcalde más camiones, la actividad que iba a durar tres horas se extendió a todo el día”, recuerda entre risas.
Estas son las cosas que la motivan a continuar trabajando y mejor aún si es de la mano de Codesser, que como cuenta: “es una entidad que conoce mucho de gestión de residuos”.