Desde el año 2004 que Álvaro Calixto es parte del equipo de Codesser, le ha tocado desempeñarse en diferentes cargos y oficinas. Está muy agradecido de las oportunidades que le ha dado la empresa, así lo afirma en esta edición.

Hace 18 años que Álvaro Calixto trabaja en Codesser. Comenzó en la oficina de Río Negro, región de Los Lagos, como asistente contable y hoy se desempeña como Encargado de Control de Gestión de Casa Matriz, en Santiago.

Durante 10 años recorrió diferentes oficinas en el sur de Chile, pasó de un cargo regional, a uno provincial, luego zonal hasta que el año 2016 llegó a Casa Matriz, a desempeñarse en lo que está hoy, en el departamento de Administración y Finanzas.

“Es una sensación muy diferente trabajar en región o en la Casa Matriz. Uno en región conoce al empresario cara a cara, tiene un valor muy grande relacionarse con ellos”, cuanta Álvaro.

En este cargo en el departamento de Administración y Finanzas, le ha tocado desarrollar nuevas habilidades y realizar actividades diferentes a las que hacía en sus cargos anteriores, por ejemplo, capacitar a sus compañeros en los programas nuevos que le ha tocado implementar. “Hoy mi cliente es interno, tengo que traspasar conocimientos, apoyar y dar una visión más global hacia mis pares”, cuenta.

Álvaro, nació y se crió en Río Negro. Estudió en el Liceo Comercial de Osorno y luego en el Inacap de Puerto Montt y de Valdivia. Comenzó estudiando para Contador General y finalmente obtuvo el título de Ingeniero Comercial.

Antes de entrar a trabajar en Codesser, asociaba a la empresa con el área educacional, pero al avanzar en el proceso se dio cuenta que era más que eso y que tenía relación con el desarrollo y el fomento del país.

Álvaro dejó en el sur a su hijo de 18 años, tiene una gran relación y se comunican seguido, al igual que con el resto de los integrantes de su familia, cada tres meses trata de ir a visitarlos. El encargado de control de gestión agradece los cambios que ha tenido que hacer durante estos años: “no me gusta la monotonía, han sido entretenidos los desafíos, no es una actividad plana, tiene hartos matices y conoces a muchas personas”, agrega.

Está muy contento por la confianza que le ha dado la empresa, se siente afortunado por las oportunidades que ha tenido para desarrollarse. “Codesser ha sido mi gran trabajo, una gran escuela, si me comparo con mi versión 2004 no soy nada parecido a mi versión de hoy”, concluye.