Hace 30 años que Boris Solar participa en los Grupos de Transferencia Tecnológica (GTT). Hoy, a través de su consultora, coordina 10 grupos de las provincias de Biobío y Malleco. En esta entrevista desarrolla las ventajas de la asociatividad agrícola y cuenta cómo ve el futuro del sector.
En 1993 fue la primera vez que participó como coordinador de un Grupo GTT, en la provincia de Diguillín, GTT Cato, cuenta Boris Solar, y agrega: “Posteriormente, acompañaba a mi padre Walter Solar, quien era integrante del GTT Santa Bárbara en la Provincia de Biobío”. Así fueron sus inicios en los grupos y ya desde el año 2002 en adelante comenzó a desarrollar el oficio de Coordinador a través de las Consultoras Boris Solar y Cia. Ltda. y Austral Purity Consultores SpA, done actualmente participa en la coordinación de 10 grupos GTT en las provincias de Biobío y Malleco.
“Ha sido una experiencia profesional muy enriquecedora, ya que el gran número de grupos GTT en que participo mensualmente, me permite aprender mucho de todos los rubros presentes en la zona”, afirma Boris respecto a la experiencia coordinando GTT. Entre los rubros en los que participa está el cultivo de secano (trigo, avena, cebada, raps, lupino) y de riego (maíz, trigo candeal, remolacha, achicoria, papas, semilleros), y frutales como nogales, avellanos europeos, cerezos, arándanos y manzanos. También ganadería bovina y ovina y el sector forestal.
“Lo anterior, me permite generar una mejor visión de la agricultura local, participar en sus encadenamientos productivos, optar a un mejor desarrollo profesional, etc. Pero lo más importante, me permite interactuar mensualmente con más de 100 empresarios de personalidades muy disímil muchas veces, permitiéndome comprender de mejor forma en cómo toman decisiones en el día a día”, señala.
Para el coordinador de GTT, el gran desafíos para el sector silvoagropecuario es lograr hacerse el tiempo para desarrollar estructuras asociativas que permitan escalar verticalmente a los agricultores, y empoderarlos comercialmente. Y por otro lado, poder optar a una estructura de financiamiento de plazos razonables. “La materia prima está: agricultores GTT, clima, agua y suelo. Pero muchas ideas y sueños se caen por no contar con estructuras financieras que den más seguridad a los rubros, que incluyan mejores sistemas de seguros y se apalanquen financiamientos de acuerdo con la realidad de cada rubro”, afirma.
Además, señala, que un gran desafío es adaptar tecnología de inteligencia artificial y robótica a los actuales agricultores.
La asociatividad y el corporativismo
“Los agricultores GTT siguen siendo mayoritariamente empresas PYME, y cada día habrá nuevas grandes empresas que desarrollarán economías de escala y que se irán incorporando en el quehacer agrícola, disminuyendo el número de agricultores y acercándonos cada vez más a una suerte de monopolio productivo que ira dejando de lado los sistemas productivos actuales. Por eso, es importante generar más instancias de asociatividad si no queremos perder la identidad actual de nuestros campos”, afirma Boris.
De aquí a 10 años más, el coordinador, ve a los Grupos GTT “rejuvenecidos. A pesar de llevar más de 40 años en Chile”, señala y añade: “veo el entusiasmo e interés de las nuevas generaciones por integrarse a un GTT o crear nuevos grupos. Serán integrantes más globalizados, con más herramientas comerciales y con más millas en el cuerpo”.
“Serán los agricultores más jóvenes quienes enfrentarán los nuevos desafíos tecnológicos y transformarán los campos chilenos a una agricultura más moderna, sustentable y con un claro concepto de la importancia del recurso humano y del agua”, enfatiza.
Boris Solar concluye: “Los números avalan que gracias a los grupos GTT la agricultura chilena es hoy lo que es. Es el acelerante ideal para avanzar copiando las buenas ideas y en la contraparte permite superar rápidamente los fracasos. Si hacer agricultura es pasional en su ejecución, lo es más si se está en compañía de pares GTT”.
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