Estudiar Agronomía no era una opción para Isabel Sepúlveda, ya que no conocía la carrera hasta pocos meses antes de postular, cuando supo de ella por “suerte o azar”, y decidió ingresar en la Universidad Arturo Pratt. Lo mismo le ocurrió al comenzar a trabajar con análisis químicos: ayudando a una profesora se dio cuenta que le gustaba esa área, entonces entró a estudiar “TNS analista químico”.
Desde entonces, Isabel trabaja en la Universidad Arturo Prat, como analista de fertilidad de suelo aguas y tejidos vegetales para proyectos, alumnos y tesistas. “Trabajar en la universidad ha sido un gran desafío, es un lugar donde uno tiene que tener la capacidad de desarrollarse en diferentes áreas, como la extensión, la investigación y la docencia a la vez”, cuenta.
Hoy, además, participa como miembro de la Universidad en el Consorcio del Desierto, proyecto colaborativo y multidisciplinario que lidera Codesser en el norte del país, y donde la Universidad Arturo Prat cumple un rol relevante.
Para Isabel, “trabajar en el Consorcio del Desierto ha sido un desafío muy importante”, dice, y añade: “me da la oportunidad de crecimiento profesional, formar redes de contacto, la posibilidad de trabajar con otras institución y universidades”, comenta. Además, “abarca varios proyectos dentro del mismo, por ejemplo, ahora estamos trabajando en un plantel de palmeras datileras, en un sector de Pica, el cual es un verdadero oasis en medio del desierto. Acá comenzamos desde cero desde el manejo de suelo, implementación de riego, trasplante de palmeras y su manejo”.
También está trabajando en otros proyectos del Consorcio; en la producción de palmeras in vitro, la introducción de nuevos cultivos como la pitahaya, y también el azafrán “con el cual ya hemos tenido una experiencia bastante buena en la pampa del tamarugal”.
Además, con su equipo, ha desarrollado otros proyectos ligados a la agricultura. Durante el año2022/2023trabajóenunproyectoFIA, dondeseinstalóyseimplementóuninvernaderohidropónicoenelpobladodeChiu Chiu,Calama.
Este año trabajarán también en un proyecto FIC de Xerojardinería con plantas nativas y endémicas principalmente. “Si bien no es un proyecto de agricultura como tal, tiene muchos aspectos relacionados, como la propagación de especies por diferentes métodos y la optimización de riego para enfrentar la escases hídrica sin perder las áreas verdes de las ciudades”.
“Este proyecto es muy especial para mí, ya que trabajamos con especies nativas y endémicas, del desierto costero principalmente, donde una parte importante se encuentra en estado de conservación vulnerable, y en peligro grave de extinción, y todos los estudios que se hacen, la propagación y la conservación de material nos permitirá en el futuro cooperar con la conservación y reintroducción de especies a sus hábitat natural”, afirma.
“Mi viaje en la agronomía y el análisis químico ha sido increíblemente gratificante. A través de mi trabajo, espero seguir contribuyendo al desarrollo sostenible de mi país y al bienestar de las comunidades agrícolas a las que sirvo”, concluye Isabel.