Promoviendo el emprendimiento femenino en la región de Coquimbo
Asesora de negocios de La Brújula Incuba y de Mujer Dinámica, Valentina Cortés cuenta cómo ve a las emprendedoras de la cuarta región, qué casos destacados ha podido apoyar y también entrega tres consejos claves para las mujeres que tienen un proyecto en mente.
Desde el año 2014 que Valentina Cortés comenzó a trabajar en Codesser y ya desde el 2015 que empezó a involucrarse en el tema de género en la región de Coquimbo, cuando aún no era el tema que es hoy afirma. “Nosotros creamos el programa Mujer Dinámica, un programa que busca incentivar a que las mujeres emprendan con innovación, generando propuestas diferenciadas de lo que existe en el mercado y que generen un alto impacto”, señala.
Este programa, tendrá este 2024 su onceaba versión y ha tenido “excelentes resultados” y, como especifica la asesora, “nos llevó a ir sembrando la semilla de género en la región” también junto a otras instituciones, como los centros de negocios y espacios de cowork, entre otros.
Desde entonces, Valentina ha asesorado y acompañado, a través del programa Mujer Dinámica y también en la Brújula Incuba, un espacio de apoyo a emprendedores impulsado por Codesser a miles de mujeres. “Me ha tocado ver a varias y acompañarlas en su camino emprendedor. Normalmente con las que trabajamos nosotras son mujeres profesionales, que quieren independizarse, o dada su expertise, identificar oportunidades interesantes de negocios de alto impacto”, cuenta.
Según la experiencia de Valentina, las mujeres emprendedoras son resilientes, con alta capacidad de multitasking, se hacen cargo de sus familias, de sus negocios y muchas veces tienen trabajos paralelos, comenta. “Tienen capacidad de auto gestionar sus tiempos y de liderar equipos. Es lo que me llama mucho la atención. Esa capacidad de liderazgo”, recalca.
Casos de éxito, orgullo regional
En La Brújula y también en Mujer Dinámica, ha apoyado a mujeres en varias áreas del desarrollo: de alimentos, desarrollo tecnológico y cada vez mas mujeres del mundo STEAM. Entre ellas, Valentina destaca tres casos exitosos de la región de Coquimbo.
- Liliana Maier, fundadora de Lili’s, una dulcería de dulces tradicionales chilenos. “Aunque suena bastante, es innovadora la visión que tuvo Liliana de su negocio. Ella siempre se lo imaginó en una escala global, exportando y más que vender alfajores y dulces rescata la tradición chilena, y eso lo pone en valor”, comenta Valentina.
Hoy Lili’s viene sus productos en supermercados a nivel nacional, ya está exportando a Estados Unidos y pronto estará en México. “La clave de ella estuvo en siempre soñar en grande y ejecutar finalmente. Llevarlo a lo concreto para lograr sus metas y propósitos”.
- Daniela Bustamante de Elquimia, una cosmética, de serum y aceites hechos en base a semillas de la papaya. “Daniela aplica economía circular en su negocio. Identificó que aquí estamos en una región papayera y que todas las pepitas se iban a los deshechos y ella encontró el valor en esas pepitas, lo analizó, lo estudió, y generó estos aceites que son hoy en día topísimos que los vende a nivel nacional también”.
- Pilar Honorato, fundadora de Bbac, un busca bacterias. “Pilar es químico laboratorista y se obsesionó con que todos los chilenos tuvieran igualdad de acceso al agua potable, cosa que se da en las ciudades pero no siempre en las zonas rurales. Ella empaquetó una norma chilena, la llevó a un KIT que permite que las personas en zonas rurales puedan verificar la calidad y el estado del agua que están consumiendo”. Es un emprendimiento que está usando inteligencia artificial y busca crecer a escala en Latinoamérica.
Conclusión: atreverse, planificar y acompañarse
A la hora de dar consejos a las mujeres para que se atrevan a emprender Valentina enumera tres: “El principal consejo, es que se sientan capaces de sacar esto adelante. Que entiendan y sepan que son autosuficientes y que son capaces de liderar equipos, de ejecutar una planificación y de sacar adelante sus proyectos”, afirma.
En segundo lugar, añade, “creo que es super clave que una vez que ya se atrevieron, hacer una planificación, real y concreta, diaria, semanal y mensual, con metas, objetivos, midiendo el resultado, porque sino, no necesariamente se van a lograr el objetivo del negocio”.
Por último, “el camino del emprendedor suele ser bastante solitario y he visto muy buenos resultados de aquellas que se vinculan con otras emprendedoras ya sea a través de programas públicos, instituciones privadas, así como estamos en La Brújula Incuba existen muchas instituciones que finalmente son mujeres que están en la misma situación y pueden aconsejar, dar contactos, ayudar a que sea más llevadero este camino”, concluye Valentina.