El PTI (Programa Territorial Integrado) Arroz Ñuble comenzó en diciembre del año 2022, actualmente está en su segunda etapa donde participan 30 productores de la zona. El equipo se encuentra motivado con el PTI y esperan entregar lo necesario para ser un aporte para la sustentabilidad en la producción del arroz.

Lograr una producción de arroz sustentable es el objetivo del PTI Arroz Ñuble. Este proyecto ya está en su segundo año donde las acciones que se realizarán están relacionadas con la entrega de conocimientos y herramientas de sustentabilidad.

Durante esta etapa cuentan con 30 beneficiarios, que fueron elegidos por tener potencial de crecimiento para que puedan llevar a cabo la inversión y las mejoras que se concluyan en esta etapa. Algunas de las acciones a realizar, son mejoras en el revestimiento de los canales, donde esperan contar con la ayuda de la Comisión Nacional de Riego para algunos proyectos y con fondos obtenidos a través de la Ley de la pequeña agricultura.

Además de lo anterior, se quiere potenciar el uso de semillas certificadas, el análisis de suelo para utilizar mezclas que hagan más eficiente la fertilización del cultivo e incorporar microelementos que permitan aumentar el valor nutricional del producto, todo esto llevaría a mejoras en el cultivo lo que permitiría disminuir la huella de carbono.

“Queremos, a través de capacitaciones técnicas, entregarles un paquete tecnológico que permita que los productores tengan mejores prácticas, en la preparación de suelo, siembra, manejo fitosanitario hasta la cosecha. La idea es tener un apoyo técnico que visibilice las acciones de trabajo de los productores y poder llevarlos de la mano para que puedan ejecutar estas mejoras y obtener mejores rendimientos”, cuenta Rodrigo Arroyo, Gestor del programa.

Durante la segunda etapa esperan poder introducir la agricultura de precisión entre los productores de la zona e incorporar algunas herramientas tecnológicas. “La idea es poder visibilizar algunas problemáticas que pueda tener el productor y masificar el uso del dron en las etapas de desarrollo productivo donde no se pueda ingresar con maquinaria y poder hacer aplicaciones tardías de algunos productos que permitan sostener mejor la productividad del arroz”, explica Rodrigo.

A todo lo anterior, se le suma la incorporación de energías renovables y algo que consideran muy importante, atraer a los agricultores más jóvenes a que se incorporen en la producción de arroz nacional.

Uno de los planes a largo plazo que tiene el equipo es poder renovar un tercer año el proyecto, para así aumentar la cobertura de productores beneficiados a 50, y durante este tiempo poder realizar un análisis de la humedad y pérdida de agua, así como también enfocarse en el arroz de nicho, como el arroz negro u otro que tenga alta demanda.

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